El día sábado 28 de enero de 2012 se realizó el Primer Encuentro Zonal Centro de la Agrupación Nacional de ex Prisioneros Políticos de Chile Histórica en las dependencias de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Valparaíso. [Más información sobre temario y programa pulsando aquí y sobre las conclusiones del encuentro, aquí]

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Texto para la discusión en el Primer Encuentro Zonal Centro de la ANEXPP CHILE Histórica.

Una política de Derechos Humanos
Texto para la discusión en el Primer Encuentro Zonal Centro de la ANEXPP CHILE Histórica (28 de Enero, 2012)

El 11 de septiembre de 1973 la derecha ratificó su opción por la vía
armada para recuperar sus privilegios políticos y económicos. En
realidad la había iniciado el primer año de gobierno del compañero
Presidente Salvador Allende, con el asesinato del general Schneider,
siguiendo el mandato imperialista de Nixon y Kissinger. (1)

Se desató así el terrorismo de estado más agresivo que conoce la
historia de América Latina con violaciones masivas a los Derechos
Humanos (DD HH) del pueblo trabajador, de sus militantes partidistas y
de sus dirigentes sociales. El paso de los años iría mostrando cómo se
institucionalizó las violaciones a los derechos económicos y sociales,
con el Plan Laboral por ejemplo, y a los colectivos como la educación,
la salud y el trato al Pueblo Mapuche.

Durante la dictadura cívico militar fueron muchas las personas y
organizaciones que se dieron a la tarea de defender a los afectados
por esta política de terrorismo de estado. Gracias a ellas muchos ex
Presos Políticos logramos sobrevivir y no engrosar las penosas listas
de Detenidos Desaparecidos y Ejecutados Políticos. Fueron ellas,
también, un complemento importantísimo en la lucha del pueblo contra
el dictador y las instituciones que el capital financiero especulativo
construyó en el país.

Surgió así, con toda legitimidad, una visión de los DD HH que puso el
acento en buscar la verdad sobre las violaciones, que el fascismo
continúa ocultando, en identificar y castigar a los culpables
materiales de los crímenes y en batallar permanentemente contra la
impunidad.

Para las organizaciones de ex Presos Políticos esta es también una
tarea que nunca abandonaremos, como no lo hicimos cuando fue necesario
testificar en los juicios contra los asesinos. Así es como seguiremos
en la lucha por levantar el secreto por 50 años que Ricardo Lagos puso
a los nombres de nuestros torturadores, insistiremos en la obligación
del Estado de iniciar juicios contra ellos y persistiremos en escribir
la memoria histórica de los hechos que nos llevaron a apoyar al
Gobierno Popular y a luchar contra la Dictadura, porque creemos que
esa es la verdadera memoria que deben heredar las generaciones
futuras.

Los DD HH se siguen violando en Chile

La historia verdadera se ha escrito con un caudal de sangre que aún no
termina y con violaciones sistemáticas a los derechos esenciales de
las personas y Pueblos.

Ayer fue el secuestro, el asesinato, la ejecución sumaria, la tortura,
la vejación, la prisión injustificada contra los opositores a la
voluntad de los militares, de los grandes capitalistas criollos y de
sus auspiciadores extranjeros del capital financiero, especulativo y
depredador.

Hoy día es la sangre de Alex Lemún, Matías Catrileo, Jaime Mendoza y
otros comuneros mapuche, o la del estudiante Daniel Menco, asesinado
durante el gobierno de Eduardo Frei en 1999, o la de Manuel Gutiérrez
en 2011, o la de Rodrigo Cisternas trabajador forestal asesinado en
2007, todos a manos de Carabineros de Chile.

Podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que el derecho a la vida se
sigue violando en Chile, por los mismos agentes del Estado y con la
misma política terrorista en el caso del Pueblo Mapuche.

Por su parte la movilización estudiantil de 2011 puso de relieve que
Chile es uno de los países con más injustas políticas de Estado en
materias de interés nacional como es la Educación Pública y - los
pobladores y dueñas de casa lo sabemos muy bien - la Salud Pública.

Estos derechos Colectivos, protegidos en todos los países del mundo
porque son el capital principal de la Nación, están cercenados en
Chile en beneficio de un reducido grupo de empresarios y empresarias
que lucran con ellos. Es uno de los efectos más negativos de la
economía de mercado que impuso la dictadura y que han reproducido los
gobiernos posteriores.

La explotación desregulada y privatizada de nuestras riquezas básicas
tiene, al menos, dos efectos que impactan directamente en nuestra
población, a saber: 1) privan a los pueblos del país del goce de los
beneficios que esas explotaciones implican, ya que las ganancias van a
engrosar las arcas de las grandes empresas transnacionales, apelando
incluso al engaño desembozado, como ocurre con las mineras que
adulteran los costos de los fletes para declarar mínimas utilidades y
no pagar impuestos. 2) La contaminación del entorno ecológico que se
manifiesta dramáticamente en Arica que ve peligrar la calidad de las
aguas para el consumo humano; en Salamanca con el impacto ambiental de
Los Pelambres de los Luksic; en los niños de La Greda; en la población
de Rancagua que sufre la lluvia ácida; en la pérdida del bosque
nativo; en el aumento de los incendios forestales por la fragilidad de
las plantaciones artificiales; en la destrucción de los equilibrios
ecológicos marinos por la explotación salmonera; en la muerte masiva
de cisnes a manos de CELCO; en la contaminación del aire y el impacto
en el calentamiento global de las centrales termoeléctricas y un etc.
demasiado grande.


La defensa y promoción de los DD HH

La lucha popular que terminó con el dictador, aunque claramente no con
la dictadura del capital financiero, nos dejó algunas experiencias que
nos pueden ayudar a definir el qué hacer en estos tiempos de crisis y
de movilizaciones sociales.

Por un lado está la herencia de lucha inclaudicable, de principios,
afincada en el derecho natural y en el internacional que libraron las
organizaciones de defensa de los DD HH. En este terreno juegan un rol
irreemplazable los propios afectados y quienes solidarizan con sus
causas.

Por otro lado fuimos testigos del desarrollo de un movimiento popular
multifacético que fue capaz de combinar TODAS las formas de lucha, que
supo avanzar, replegarse y volver a avanzar, con movilizaciones en las
calles y organizado en todos los centros de trabajo, de estudio y de
habitación. Las características centrales de las Protestas y
Manifestaciones populares fueron la transversalidad y la más amplia
unidad, porque tenían un sólo y claro objetivo: derrotar al dictador.
En ese periodo no se veia claro, al menos masivamente, que el problema
no era Pinochet sino los poderes que lo instalaron en La Moneda y el
sistema político económico que el capital financiero experimentó en
Chile para exportarlo a todo el mundo.

Se acuñó la idea de que el retorno a la democracia devolvería los
derechos perdidos por el pueblo. Así lo anunciaba, al menos, el
Programa de la Concertación que fue abandonado al primer año de su
primer gobierno.

Tras veinte años de esperar la alegría que nunca llegó y de no querer
abrir los ojos a la realidad, hemos vuelto al principio, con la
derecha nuevamente en el poder, en una nueva forma de dictadura con el
rótulo ahora de “legal”.

La institucionalidad de DD HH construida por las alianzas del
cogobierno se caracteriza por tres elementos: la impunidad para los
victimarios, los de ayer y los de hoy; la denegación de justicia y
reparación digna para las víctimas y la neutralización de las
organizaciones sociales de DD HH. Se puede abundar hasta el hastío en
argumentos y pruebas de estas afirmaciones. Nosotros sabemos que es
así.

El desafío entonces es superar las propias deficiencias de las fuerzas
populares y las cortapisas que el sistema político económico pone en
el camino.

1.- El objetivo común.
Así como en dictadura se alojó en la conciencia del pueblo que el
enemigo se encarnaba en el dictador, hoy día hay que asumir la noción,
destilada desde el movimiento estudiantil y social, de que el enemigo
es el sistema político económico instalado por la derecha y
perfeccionado por la Concertación. Iconos son la lucha contra el
lucro, contra la contaminación ambiental, por educación y salud
públicas gratuitas y de calidad.

Surge así la convicción de que es necesario reemplazar la Constitución
pinochetista, pero a través de una Asamblea Constituyente Soberana,
para hacer transformaciones estructurales y no simples reformas
cosméticas. Este es el único punto de vista válido si se quiere hacer
algo por el respeto, defensa y promoción de los DD HH. Así lo entendió
la Agrupación y lo asumió como una de las resoluciones del Congreso de
La Ligua.

2.- La lucha por los DD HH
Las organizaciones históricas de DD HH mostraron el camino a seguir en
este ámbito cuando asumieron, inclaudicablemente, la defensa de las
víctimas de las violaciones flagrantes de la dictadura.

Hoy son víctimas los niños de La Greda, todo el Pueblo Mapuche, los
estudiantes endeudados y sus familias, los niños y madres que se
atienden en Consultorios, los pobladores afectados por la depredación
ambiental, los trabajadores con empleo informal, los detenidos,
golpeados y vejados en manifestaciones públicas.

Los DD HH no dejaron de ser violados con el término de la dictadura
cívico militar.

Es en la defensa de estas víctimas de hoy que adquieren real dimensión
y sentido las propias reivindicaciones y demandas de los ex
Prisioneros Políticos y de las demás organizaciones de víctimas y
familiares. No es historia pasada sino cruda y desgarradora realidad
de hoy.

Vistas así las cosas, la lucha por los DD HH es la lucha por todas y
cada una de las reivindicaciones del Movimiento Social, lo que permite
concluir que hay una transversalidad objetiva, a la hora de demandar
soluciones, entre las organizaciones del movimiento social y las
organizaciones de DD HH como la Agrupación.

3.- Un organismo autónomo de DD HH
Es claro, entonces, que la tarea de las organizaciones de DD HH se
potencia y adquiere su mayor y principal dimensión, cuando se insertan
en el movimiento social con políticas amplias y unitarias. Así lo
prueban las experiencias de nuestros Comunales de Arica, Iquique, San
Antonio, Valparaíso, Rancagua, Concepción y Punta Arenas.

El gobierno de Bachelet impuso su modelo de tratamiento a los DD HH al
aprobar el Instituto Nacional de DD HH (INDH) pese a la firme
oposición de las organizaciones tradicionales que veían la inutilidad
de un órgano sin autonomía del estado. La experiencia ha mostrado que
ha sido peor de lo pensado. No sólo es inútil para defender a las
víctimas como los comuneros mapuche o las familias de los asesinados o
los detenidos y golpeados en manifestaciones. Tampoco denuncia ni
persigue a los responsables de la contaminación del medio ambiente o
de dar empleo precario y fuera de la normativa. No reclama ni realiza
acción alguna por los déficit en salud y educación. Es un órgano
funcional al sistema político vigente.

La Agrupación propuso la creación del ONDHA (Organismo Nacional de
defensa y promoción de los derechos humanos autónomo) como una de los
principales acuerdos del Congreso de La Ligua. Esta es una iniciativa
que ha sido poco comprendida e incluso, denostada o descartada por
connotados líderes de opinión del mundo de los DD HH.

Debemos ser claros y decir que no es funcional al cogobierno. Parte
por interpelar al Estado para que se someta a las obligaciones que le
impone el Derecho Internacional de los DD HH. Sigue declarándose
autónomo del propio Estado, de los partidos políticos y de todo grupo
de poder que no responda a los intereses del pueblo trabajador.
Continúa afirmando su vínculo estrecho con las organizaciones de
trabajadores, de estudiantes y pobladores. Y culmina asumiendo la
tarea de defender y promover los DD HH violados en el presente por el
sistema político económico de dominación.

A simple vista parece una iniciativa arbitraria, desconectada de la
realidad o que no responde a la vida política del país. Pero a poco
andar es posible descubrir que ni siquiera es sólo una idea o
iniciativa vanguardista, sino una potente realidad en muchos lugares.
Son articulaciones o coordinaciones de organizaciones de DD HH,
pobladores y sindicales las que han hecho una férrea defensa de las
necesidades de la población como en Magallanes, o de la condición de
Puerto para sus habitantes como en Valparaíso y San Antonio. De esa
forma también se coordinan las organizaciones que enfrentan la
contaminación y destrucción del medio ambiente. Está en la base del
llamado de la CONFECH a los trabajadores y al pueblo todo para
defender el derecho a la Educación.

En Chile hay condiciones para levantar Agrupaciones de DD HH,
coordinadores por la defensa de los derechos ciudadanos y colectivos u
otras herramientas similares, en cada comuna, en cada localidad,
integrando las luchas ciudadanas desde la perspectiva del ser humano y
de la sociedad, que es la única forma en que se pueden enfrentar los
paradigmas del lucro y del mercado omnipotente.

En estas formas de organización se deben apoyar los principales
esfuerzos de las Defensorías Populares tanto por seguridad de sus
integrantes, por la eficiencia de la denuncia pública, como por la
labor educadora que desde allí se puede realizar.

En algún momento, no muy distante en el tiempo, las diversas
expresiones de estas Agrupaciones locales, por los derechos básicos
del hombre y su entorno ecológico, deberían encontrarse en un Evento
Nacional para influir en la política del país y para legitimarse a
nivel internacional.

4.- El Movimiento Social.
Aunque no lo quieran reconocer los políticos que han usufructuado del
poder tras la salida del dictador, éste fue desplazado por la fuerza,
consistencia y perseverancia de las movilizaciones populares
antifascistas y democráticas.

Las cúpulas partidistas y del poder económico supieron entonar bien
los cantos de sirena con que engañaron a un pueblo que no podía
imaginar que sus líderes tramaban la traición y el gatopardismo más
clásico, al proponer cambiar todo para que todo quedara igual.

Esa experiencia quedó en la memoria colectiva de la nación y hoy,
cuando la bancarrota de los administradores llevó a los victimarios de
vuelta a la escena del crimen, el movimiento social ya no cree sino en
sus propias fuerzas.

Las encuestas han sonado fuerte y claro: rechazo al Presidente, a su
Alianza y a los administradores de la Concertación. Nadie cree en un
Congreso que ha aprobado todas las leyes de Piñera y ninguna surgida
desde la oposición, ni en los tribunales que persiguen a los comuneros
mapuche y dejan en libertad a los asesinos pinochetistas. Por el
contrario, la aprobación está con los estudiantes, con más y mejor
educación y salud públicas, con la defensa medioambiental, con la
transparencia y la democracia plena.

Las reivindicaciones de los ex PP, la defensa y promoción de los DD
HH, las demandas de cada sector sólo son posibles con un movimiento
social suficientemente activo, organizado, participativo y unitario
como para provocar los cambios y para sostenerlos en el tiempo.

Los ex PP podemos y debemos aportar nuestro grano de arena.

Héctor Cataldo (enero de 2012)

Asociación de ex presos políticos y ex prisioneros de guerra de Valparaiso.

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